miércoles, 6 de febrero de 2013

El sueño del Expomanga


Madrugo como un día normal, pero es Domingo, he quedado con Rául para irnos al expomanga, teníamos un vídeo glorioso que grabar, el día era perfecto, temperatura adecuada, cielo azulado sin ápices de nubes, todo parecía ir en nuestro favor. Me recoge y nos vamos hacia nuestro destino con música anime en el coche.
Como aún es pronto, vemos que solo los frikis más deseosos de estar las 12 horas en el expomanga son los que aguardan la cola de entrada. Nosotros teníamos contactos, por lo que no tuvimos que esperar nada y entramos como si fuéramos un pase VIP.
Una vez dentro Rául sacó su videocámara y empezó a grabar.
Recorrimos una tienda tras otra, viendo cosas interesantes pero con precios desorbitados para humanos de a pie como nosotros, nos dirigimos hacía el escenario ya que había un concurso de karaoke y siempre mola grabar a la gente sus actuaciones. Pero para nuestro colmo cuando llegamos justo acabó, una pena, pero empezó una exhibición de Kendo y artes marciales muy chulas. En mitad de la actuación de repente un sonido estremecedor parecía venir de la zona del bar.
Se oyeron gritos, y vimos a varios conocidos salir huyendo del lugar, nos cruzamos con Ernestotaku (viejo conocido nuestro de expomangas) y nos dijo que saliéramos de allí.
Rául y yo nos miramos, y con un gesto mirando a su cámara comprendí lo que me quería decir.
Nos acercamos temblorosos, pues se oían gritos de gente pidiendo auxilio, la gente se tropezaba y los demás pasaban por encima de ellos sin preocuparse lo más mínimo. Al girar en el último Stand lo vimos….
¡¡¡NEMESIS!!!- Exclamamos los dos a la vez. Como es esto posible….
Observamos que no quedaba nada de lo que era el bar, en su lugar había un agujero en la pared que daba al exterior, por donde aquella mole había entrado, medía por lo menos 4 metros, y cuatro veces de ancho como nosotros, unos tentáculos salían de sus hombros,  llevaba colgado un lanzacohetes y en su mano derecha una gatling.
Sin darnos tiempo a reaccionar un tentáculo se dirigió a toda prisa hacía nosotros, intentamos taparnos con las manos, como si eso nos fuera a proteger, pero su golpe fue directo a la cámara, que cayó en el techo de un stand cercano.
Le vimos levantar el brazo, apuntándonos con su arma, y justo cuando iba a empezar a disparar entraron por el agujero disparando dos miembros de los S.T.A.R.S. no sabíamos quiénes eran, pero nos brindaron la oportunidad perfecta para reaccionar y escondernos. Vimos como intentaban luchar con él en vano. Némesis activó su gatling y acribilló a uno de ellos. El otro fue agarrado con un tentáculo, lo acerco hacia él, y lo despedazo con sus propias manos… Némesis avanzó por uno de los pasillos, haciendo retumbar el suelo con cada paso que daba…
Pensamos en huir, pero no podíamos dejar que ese bicho huyera y matase a todo el mundo, debíamos protegerlos, o al menos intentarlo…
Fuimos directos al escenario, había una katana de acero que habían usado en la demostración de Kendo y artes marciales. Y luego nos dirigimos a un stand que tenía armas de fuego, y granadas, ya estábamos equipados, nos temblaban las pantorrillas, pero teníamos que hacerlo, o al menos intentarlo.
Fuimos en su busca, que no fue difícil encontrarle, aún quedaban rezagados por el salón del manga, otros escondidos por las esquinas, y otros simplemente yacían muertos en el suelo…
Cuando nos lo encontramos empezamos a dispararle, haciendo atraer su atención hacía nosotros, y lo conseguimos, vaya que si lo conseguimos… Era rapidísimo, y las balas parecían no afectarle al muy cabron, al acercarse a nosotros nos separamos, para desconcertarle, entonces se giró hacia mí. Avanzo con paso firme, ondeando sus tentáculos por encima de su cabeza, esperando el momento justo para lanzármelos. Yo me había guardado el arma en el cinto, puesto que no conseguía herirle, y desenfunde la katana torpemente, mientras retrocedía tropecé con un cadáver que me hizo caer al suelo. Cuando miré de nuevo hacia delante vi que tenía los tentáculos a escasos centímetros de mí. Alcé el acero japonés y partí por la mitad dos tentáculos que se acercaban para cogerme, gritó y vi cómo se regeneraban los tentáculos…Esto iba a ser difícil.
Rául desde detrás acaparó su atención, chillando e increpándole, eso hizo que se girase y fuese hacía el que no paraba de dispararle, tenía una mágnum, que al parecer si le hacía más daño que el M-16 que yo tenía, con cada impacto de bala le frenaba un poco, pero cada tambor son solo seis balas… y ya había disparado cuatro, no le daría tiempo a recargar, me incorporé rápidamente y fui corriendo hacía el, estaba enfrente de mi amigo ya, su última bala sonó y le impactó en la cabeza a Némesis, profiriéndole una abertura en la cabeza digna de un buen disparo, en ese momento se tambaleo, y yo le clave la katana en la mitad de su cuerpo, donde debería estar la columna, y la giré. Su grito fue ensordecedor y nos llevamos las manos a los oídos. Némesis elevó un brazo y con un gesto de indiferencia mandó a Rául contra un stand a quince metros destruyendo todas sus vitrinas y figuras que había en él. Saqué la katana justo en el momento que empezaba a girar sobre si mismo, y con un movimiento rápido, le corte el brazo donde llevaba su gatling.
Eso lo enfureció sobre manera, arqueó su cuerpo y al enderezarse volvió a gritar, esta vez tan fuerte que me empezaron a sangrar los oídos.
Me desoriente por unos segundos, esos segundos que el necesitaba para atraparme, me elevó por la cintura con sus tentáculos ,yo había dejado caer la katana y no tenía nada con lo que defenderme, ese era mi final…
De repente por el rabillo del ojo vi, que Rául se levantaba desorientado y con una granada cargada en la mano, y la tiró detrás de Némesis, la explosión nos hizo caer, sus tentáculos dejaron de ejercer fuerza sobre mí, se habían partido por la mitad y no veía que se volviesen a regenerar, yo en el suelo, convaleciente por el golpe, note el sabor amargo de la sangre, había caído de espaldas y me dolía todo el cuerpo. Némesis se incorporó y se acercó a por mí, extendió el brazo que le quedaba y con su gigantesca mano rodeo mi cabeza y me elevó en el aire, su mano olía a muerto y descomposición, y apenas me dejaba respirar, me estaba asfixiando, entre sus dedos podía entrever como abría la boca y un tentáculo surgía desde su esófago. No tenía nada que hacer. Vi que Rául estaba a nuestro lado, atónito observando la escena, no nos quedaban balas, y solo me quedaba una granada a mí, pero si la usaba tan cerca la explosión me destrozaría. Entonces observe que la cinta de cuero que sujetaba su lanzacohetes estaba casi desgarrada, estiré el brazo y se lo arranque, el arma cayó al suelo y Rául la cogió, no quería disparar pero le dije que lo hiciera, que no importaba, si no lo hacíamos moriríamos los dos.

Saqué mi granada del bolsillo y se la metí por la boca, entonces grité —AHORA—

Escuché un clic y de repente una luz blanca, cegadora y sentí que volé por los aires al igual que mi amigo….

Nos despertamos los dos en una sala blanca, teníamos todas las heridas vendadas y estábamos en unas camas tumbados. Nos miramos y con eso bastó para saber que lo habíamos conseguido.
Oímos que la puerta se abrió, y entro un doctor con un logo en su bata… el logo de…

FIN
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