Agujeros de Gusano

¿Creéis en los agujeros de gusano? ¿Que son los agujeros de gusano? yo os lo puedo explicar... ayer entre en uno...  

Me encontraba conduciendo, iba hacia el trabajo como cualquier mañana normal, todo transcurría como cada día, me despertaba, duchaba , vestía y cogía el coche dirección mi trabajo, el camino de siempre estaba atascado por un accidente, por lo que opte por coger un camino alternativo, para mi desconcierto estaba todo vacío, iba yo solo, y al final de la carretera se veía una distorsión en el aire, era algo místico, como si una parte de aquel sitio estuviese arrugado y con un tono azulado, paré el coche en el arcén de la carretera, puse las señales de emergencia y salí, me encontraba a unos 20 metros, el área que ocupaba esa arruga temporal delante mía ocupaba toda la calzada de la carretera, y media unas tres varas de alto. Según me acercaba un cosquilleo me recorría la piel y me erizaba el vello de los brazos, era una sensación agradable, tan agradable que querías acercarte más y más a él.

Apenas me encontraba a unos 5 metros y una fuerza gravitatoria me atraía hacía la distorsión, intente salir de ese campo magnético pero fue inútil, cada esfuerzo por librarme de él me hacía avanzar más rápido, ¿qué otra cosa podía hacer? me deje arrastrar...

una suave brisa me acariciaba el rostro, sentía frio, me costaba abrir los ojos, una niebla blanquecina se encontraba a mi alrededor, era el mismo lugar en el que estaba, solo que algo cambiado, a decir verdad bastante cambiado, mi coche no estaba ahí, era lo primero  en lo que me fijé, lo que antes era una carretera llena de árboles y campo a su alrededor, se había convertido en un lugar algo siniestro, había casas de 2 pisos en su mayoría , o chozas dispersas, la mayoría con aspecto de abandono, incluso otras con graves daños estructurales, cuando aún estaba intentado asimilar que ocurría, escuche un chirrido estridente, seguido de un chillido de alguna persona, me asusté, y al instante vi que un brazo ensangrentado caía a mis pies.

La persona seguía gritando, ¿sería suyo el brazo? de quien si no pensé... algo me decía que no me acercase, que saliera corriendo de aquel lugar, pero dicen, que la curiosidad mato al gato...aunque yo no era un gato.

Los gritos procedían de algún lugar detrás de una casa, según me acercaba otro chirrido sonó, rodee la casa y entonces lo vi, vi de donde procedía el sonido, una criatura inmensa, medía unos tres metros de alto tenía seis patas, su cuerpo era grande, ovalado y cubierto de una fina capa de pelo, su cabeza con 4 ojos alineados horizontalmente perfectos la dotaban de una visión prácticamente perfecta, en las patas delanteras tenía unas protuberancias alargadas que hacían a su vez de afiladas garras, su pata derecha estaba ensangrentada, y la sangre goteaba de su afilada garra, frente a aquella criatura un hombre de mediana edad, lloraba en el suelo, y se arrastraba hacía atrás intentando escapar de aquella monstruosidad, al verme empezó a gritar pidiéndome ayuda, yo estaba paralizado no sabía cómo reaccionar, mis piernas no respondían, cerca, yo me agaché para intentar coger al hombre, tenía otra herida en la pierna, el pantalón estaba empapado y se dejaba entrever una herida abierta a través del pantalón rasgado.

Estaba muy cerca, y no teníamos posibilidad de escapar, se elevó, se puso en pie sobre sus dos patas traseras, en posición para abalanzarse hacía nosotros, y justo cuando se dejaba caer, pensé que este era mi fin, acabaría partido por la mitad mientras una criatura desconocida se daba un manjar con mi carne y la de aquel desconocido...pero de repente....

- Un haz de luz anaranjado impacto en la criatura, aquel impacto la hizo perder el equilibrio cayendo hacía atrás, la criatura sangraba en el abdomen, le brotaba un reguero de sangre, enfurecida se reincorporo y dejó de prestarnos atención, fijó sus sentidos en un grupo que se acercaba, empezaron a disparar y otro haz de luz le impacto en una de sus patas haciéndola añicos.

La criatura comprendió que no estaba en una situación fácil y huyó bajo el asedio de los disparos de aquel grupo de personas.

Eran cinco, tres hombres, una mujer y un niño que no aparentaba más de diez años. Todos llevaban ametralladoras, y la mujer portaba un arma bastante grande, parecida a un bazooka, un aura naranja rodeaba el cañón de su arma, emitiendo un ligero sonido, indicando aparentemente que estaba recargado para disparar de nuevo.

Nos rodearon formando un círculo, y el niño se abalanzó sobre la persona que yo seguía sujetando entre mis brazos.

- ¡¡Papá!! ¿Estás bien?, ¡¡¡que te han hecho esos putos bichos!!!

- Tranquilo hijo, no pasa nada, solo ha sido un arañazo.

- Vamos  ― grito un hombre, parecía ser el jefe de la expedición ― este lugar no es seguro.

- Jack ayuda a tu padre. Y TÚ ― se dirigía a mí.― ¿Quién eres?

- Esto...soy...

- Da igual, no tenemos tiempo, ayuda a Jack y a su padre, tenemos que ir a un lugar seguro, ¡En marcha!

Empezó a andar el que parecía mandar ahí, acompañado de la chica. En el medio íbamos el chico su padre y yo, y cerraban la marcha los otros dos, unos veinteañeros que iban vigilando la retaguardia. El refugio no estaba lejos, pero con el hombre herido avanzar era tedioso y lento.

Mientras avanzábamos el padre no tenía muchas fuerzas apenas hablaba y sus esfuerzos por caminar cada vez eran más costosos, habían conseguido parar la hemorragia del brazo, tenían una herramienta que cauterizaba la herida quemándola, el dolor se podía combatir con una inyección que desgraciadamente nadie llevaba en aquel momento.

A mitad de camino el chico empezó a hablar conmigo dándome las gracias por ayudar a su padre. (Aunque no había hecho nada...)

Me presento a la gente con la que iba, el que me parecía el líder, se llamaba Mike, era afroamericano, tenía un cuerpo bastante definido, de esos que pasan en el gimnasio el 80% de su tiempo, había sido sargento del ejército en EEUU, en la base de Colorado.

La chica se llamaba Fiyed, no era su verdadero nombre, pero nunca se lo había dicho a nadie, venia de Alemania.

Los chicos de detrás eran españoles, sus nombres eran Marcos y Alejandro, eran amigos y sus caras me parecían familiares pero no los conocía...

Su padre se llamaba Roger, era de Chicago, y formaba parte de un grupo de rebeldes, vino en barco desde allí hasta España, pues su mujer se encontraba en Madrid, había venido en un barco anterior al suyo, pues las mujeres y los niños salieron con prioridad.

- Mi madre vino embarazada de mí, pero murió hace dos años...un Rhakhos la mató.

- ¿Rhakhos? ¿Así llamáis a esas criaturas? 

- Si, fue el nombre que se les puso, aunque no sé el motivo.

Mientras me contaba como habían llegado esos bichos a la Tierra, me dijo que fue hace unos 20 años, la invasión había empezado en una cueva en algún lugar del polo norte...

Unos exploradores habían encontrado un muro tapiado, tenía unas inscripciones rúnicas que resplandecieron al tocarlas…

continuara....