lunes, 21 de enero de 2013

Magia

Si os dijera que soy capaz de crear mundos, mundos fusionados entre la realidad y la ficción, ¿Que pensaríais de mi? ¿Y si os dijese que soy capaz de crear seres vivos? Si queréis saber lo que soñé ayer...empezar a leer.

Ayer me disponía a acostarme, no sin antes leer un poco de mi amigo Khote, era cerca de la una de la mañana, y mis parpados cada vez eran mas pesados, los esfuerzos por mantener despierto eran cada vez mas nulos, y de un momento a otro, cambie mi visión de la cama con el libro en la mano, a un mundo totalmente imaginario...

La cama no estaba, y mi libro de " El temor de un hombre sabio" transformado a formato digital para su lectura en Ebook tampoco, lo único que había era yo, estaba al pie de una gran montaña con grandes orificios por todo su cuerpo, a la derecha no había otra cosa mas que una gran explanada de nada, al mirar a la izquierda mis ojos se cegaron, tuve que volver a mirar protegiendo mi vista con el dorso de la mano...en el cielo se veían dos soles perfectamente alineados.

Al parecer, ese detalle no me altero lo mas mínimo, pronuncie unas palabras en alguna antigua lengua, y una grieta apareció ante mi en aquella montaña, cuando paró, atravesé la abertura sin miedo, cuando llegue a una estancia que parecía un laboratorio, escuche como la fisura de la montaña empezó a cerrarse.

Al echar un vistazo, mi segunda mente empezó a recordar, me encontraba en otro mundo, bueno, no se si esa sería la explicación mas explicita, en realidad estaba en el mismo planeta Tierra, solo que en una versión modificada, desde el laboratorio había un ramal de túneles distribuidos por todas partes, y todos ellos iban a dar a las cuevas que se veían en la montaña, en la habitación contigua, se veían una veintena de literas, distribuidas a lo largo de la pared, era una habitación rectangular, con una iluminación artificial creada en el techo del habitáculo,  era como si el techo produjera luz solar propia al abrir la puerta.

De la veintena de literas,tan solo 3 estaban ocupadas,las demás estaban intactas, al iluminar la estancia, mis creaciones se levantaron a regañadientes, todos tenían aspecto humano...<< todavía..>>

Me siguieron al laboratorio, donde les administré la ultima inyección que necesitaban, en total eran diez las que llevaban, todas preparatorias para la undécima, la que los haría cambiar...

Eran mi experimento, de ellos dependía la salvación del país. El primero de ellos tenía un numero grabado en el brazo : 347, era un hombre de tez morena, no sobrepasaba el metro setenta de altura, al entrar la solución liquida en sus venas,cayó al suelo, se retorció peleaba contra si mismo, pero era inevitable  la transformación  estaba en curso, sus piernas encogieron y se convirtieron en patas, el pelo le empezó a crecer por todo el cuerpo, su torso seguía igual, los brazos eran musculosos, peludos y terminaban en unas garras, la cabeza se había achatado y la boca se alargó, dejando a la vista una hilera de colmillos afilados y perfectamente alineados con la mandíbula superior, sus ojos pasaron del color del café al rojo sangre.

El segundo de ellos tenía el numero sucesivo al anterior, por lo que deduje que era la cantidad de pruebas que llevaba, su transformación fue menos cambiante pero no así menos interesante, era un hombre caucásico  medía casi dos metros, sus piernas se ensancharon, dando lugar a un grupo de músculos y venas que los atravesaban, su pecho se hinchó y un plumaje negro y blanco le empezó a brotar desde los pectorales hacía los hombros, y continuó hasta la palma de las manos,puso los brazos en cruz sobre su pecho, se arrodilló, sus gemidos despertaban al mismísimo Zeus si seguía así  y de repente se incorporo, extendió los brazos y unas alas perfectas crecieron de ellos, su cabeza ya no era la de un hombre,si no la de un águila con el pico amarillo.

El tercero tenía la piel color oliva, su numero era el 346, al inyectarle no pasó nada, hasta que su cuerpo comenzó a convertirse en piedra, el hombre no se inmuto, y cuando todo el, era piedra...se convirtió en polvo,no soporto el proceso de cambio.

Seguidamente me puse a grabar unas runas en una caja de madera, pronuncié unas palabras y las runas resplandecieron un momento, me dirigí hacia mis bestias y se volatilizaron y se introdujeron en la caja.

Acto seguido me concentre en el lugar al que quería ir, y aparecí en el, me había teletransportado, ¿que mas cosas podría hacer? pronto lo descubriría...

Me encontraba en casa de mi padre, en ella aguardaban los recuerdos de una vida pasada, me embargaron los recuerdos y quería quedarme, no era consciente del tiempo que llevaba en esta misión, pero no podía alargarlo mas, tenía que salvar el mundo.

Esta vez no usé el poder de transportarme,bajé a la calle y cogí mi coche, dirección el castillo que se alzaba a las afueras de la ciudad, alrededor había fisuras que salían del suelo, y erupciones constantes arrojaban magma del núcleo de la Tierra, lo había echo el, el que moraba en el castillo...

En el castillo se encontraba un antiguo amigo mio, eral Raul, o como muchos le conocen ahora Dark-Razi... su alma se quebrantó hace ya mucho tiempo, el poder lo corrompió, y quiso apoderarse de todo, y lo que no le interesaba lo arrasaba, tenía el poder de llamar al fuego.

Llegue al castillo, y el recibimiento era lo que me esperaba, tenía una cantidad de esbirros considerables, gente que pensaba que el era su salvador, surgido de los mismísimos fuegos de la Tierra, eran simples humanos cargados con armas de todo tipo, pero al fin y al cabo...humanos.

El puente del castillo estaba elevado,y la fosa que lo rodeaba estaba rellena con un rió de fuego y lava, yo poseía el poder de llamar al hielo, extendí mi brazo y un hormigueo me recorrió el cuerpo, desde los pies hasta las puntas de mis dedos extendidos hacía la gente que venía hacia mi, sentí el frío que me invadía por dentro, susurre y una ventisca de hielo apareció ante mi, golpeando a los seguidores como si fuesen insignificantes insectos, y en menos de lo que tardas en pestañear ya estaban en el rió de lava, sus gritos duraron menos de un segundo, pues es lo que tardaron en ser absorbidos y derretidos. Estaba claro que eran solo una distracción, pronunciando unas palabras hice bajar el puente, entré al castillo, en el claustro el patio era de tierra, con maceteros grandes de los que salía fuego sin cesar.

al llegar a la mitad del patio, dos bestias cayeron frente a mi, salte hacía atrás en el momento justo, una de ellas tenía cola de serpiente,cuerpo de hombre y un cuello que se estiraba, por cabeza tenía la de una serpiente cobra, y siseaba incesantemente, el otro era enorme, medía unos dos metros y medio, y mas ancho que un coche, era un oso, un oso en toda regla,con algunos rasgos humanos, no tenía tiempo que perder, mis poderes me estaba debilitando debido al uso prolongado de ellos. libere a mis bestias de la caja que llevaba conmigo y se materializaron ante mi. Les dije que atacasen y obedecieron sin rechistar, mi lobo se lanzo contra el oso sin dudarlo, y mi águila emprendió el vuelo para caer en picado sobre la serpiente.

Sabía que seria un combate a muerte, tan solo esperaba que ganasen mis bestias, o en su defecto que me diesen el tiempo necesario....

Atravesé pasillos y subí al segundo piso, seguí el pasillo largo, interminable hasta las grandes puertas del trono. Hacía calor y me costaba respirar cada vez mas, cuando llegue ante las puertas, estas se abrieron de par en par.
En el trono se encontraba Raul, mi antiguo amigo, aunque había cambiado, su pelo se había vuelto del color del fuego, sus ojos eran granates, y tenía cicatrices por todos los brazos. Al verme entrar estalló en una carcajada y dijo:
- No imaginaba que serias tan tonto de venir querido amigo.
- Tienes que parar — le dije con una voz áspera y seca,el calor era asfixiante.—
- ¿Porque quieres que pare? ¿Acaso no es esto lo que queríamos? Sentir el poder, ¿el poder de cambiar el mundo?
- Si queríamos poder, ¡¡pero no para destruirlo!! — conteste encolerizado —
- Creo que nunca llegaremos a un acuerdo, terminemos con esto cuanto antes.
- Me parece bien —dije—

Raul bajó de su trono y su mirada se encontró con la mía  era siniestra y ya no le reconocía, un escudo de fuego se alzó desde sus pies hasta su cabeza, creando un campo protector a su alrededor,
<<Con que esas tenemos pensé >, hice lo propio pero con hielo, era gratificante sentir el frescor en un sitio así, pero también sabía que requeriría mas esfuerzo mantener el hielo en ese horno infernal.

Una vez frente a frente, dijimos los dos :

-¡¡¡ VAMOS!!!


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2 comentarios:

  1. Dale caña al Dark-Razi, que el poder se le ha subido a la cabeza jajaja.

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  2. creo que razi esta poseido por un espiritu maligno , y si continua así santa claus no le traerá realos este año y a tí si chaino

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