lunes, 28 de enero de 2013

El fin de la magia...

El primer golpe fue duro de encajar, se movió tan deprisa que casi no tuve tiempo de reaccionar, sin darme cuenta lo tenía a mi derecha,extendió el brazo a una velocidad vertiginosa, me intenté agachar pero mi intento fue en vano... su golpe me hizo volar por la instancia hasta chocar con la pared, sintiendo punzadas de dolor que me atravesaban los músculos y se clavaban en mis huesos.
En lo que intentaba incorporarme ya lo tenía encima otra vez, cerro el puño y vi que de el salían llamaradas de fuego, el golpe fue directo a mi estomago, y acto seguido un sabor amargo y de metal inundaba mi boca, estaba sangrando y solo me había dado dos golpes, cuando cargó otra vez hacía mi,le paré el puño haciendo acopio de toda mi fuerza, centrando mi poder en el brazo izquierdo, una vez lo paré mande la fuerza a mi brazo derecho que le impactó en el lateral de la cara, desplazándolo unos metros de mi, esos metros me dieron los segundos necesarios para recomponer mi poder de hielo, y concentrarme todavía mas en la misión.
Con cada golpe que nos dábamos sentíamos como las paredes del castillo se resquebrajaban sobre nosotros.
- Rindete Raul, entra en razón.
- Nunca, este mundo necesita renovarse, no tengo fe en su existencia.

La lucha parecía no tener fin, los golpes se sucedían uno tras otro, devolviendonos los golpes por inercia mas que por precisión o con pensamiento, hacia rato ya que los dos no podíamos mantener nuestros escudos activos, los dos estábamos exhaustos, arrodillados, frente a frente, jadeantes y sin fuerzas, nos levantamos una ultima vez y empezamos a cargar el poco poder que nos quedaba.

Adoptamos una posición de carga,con ambas manos al lado del costado, en nuestras manos se iban formando volutas de fuego y hielo respectivamente, después de unos segundos la cantidad de energía cargada alcanzaba el tamaño de una pelota de baloncesto, nos pusimos en posición y con un grito amenazador extendimos los brazos hacía delante y dejamos que nuestras energías elementales se encontrasen, en el centro de la sala, era como un tira y afloja, hasta que se mantuvieron en el centro, no podía con mi vida, el esfuerzo era monumental, y con un ultimo aliento los dos nos abalanzamos hacia delante expulsando toda la fuerza que nos quedaba, y nuestras fuerzas explotaron en el centro creando una explosión que nos cegó unos segundos y nos hizo salir volando por los aires...

Al abrir los ojos, los dos estábamos en el suelo,  boca abajo, muy cerca el uno del otro,el castillo no había resistido la explosión y se estaba empezando a derruir, nos arrastramos hasta una pared a la vez que cascotes del tamaño de una sandia caían a nuestro alrededor...

- Parece que es el fin — dije exhausto.
- Eso parece viejo amigo — me contesto Raul — Aun puedes escapar, ¿porque no te vas? Déjame aquí  mi magia morirá conmigo.

- No amigo, empezamos esto juntos y lo acabaremos juntos.

El castillo ya no soportaba mas, y sentimos que el suelo se venía abajo, nos miramos y con gesto conciliador nos dimos las gracias por ese momento final, por estar hasta el final.
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3 comentarios:

  1. Creo que estas to loco. pero mola esto del poder del fuego ^_^. pero necesitamos más información! Somos los unicos magos del planeta? en que tipo de realidad vivimos? Si somos capaces de lanzar ondasvitales de las manos porque no podemos parar un tejado cayendo sobre nosotros? xD

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  2. Diselo a mis sueños coño xDD, ademas ya estabamos sin fuerzas y era en plan, venga vamos a dejarnos morir para que la magia desaparezca,eramos los unicos que quedabamos y por lo tanto los mas poderosos.!!!!

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